Abro las cortinas de mi cuarto,
el árbol que plantamos hace once años se ve majestuoso.
Se extiende a lo ancho como un pavorreal y
se rige a lo alto como un gigante.
A finales de octubre es cuando llega a su apogeo,
cuando se ve más rojo e imponente,
pero también cuando empieza a perder hojas.
Yo recojo algunas para adornar la casa,
el primer ritual de otoño,
seguido de disfraces de Halloween y altar de muertos.
Saco la máscara que uso Oli el año pasado y
mi cara dibuja una sonrisa con el recuerdo.
Saco las fotos para la ofrenda y
siento un golpe devastador al ver lo joven que te fuiste.
La verdad es que ya no te extraño.
Me he acostumbrado a tu ausencia
y el pensar en ti me trae recuerdos gratos, no tristeza.
Lo que siento es una cierta soledad,
un hueco que tiene tu forma,
una necesidad que no encuentro como satisfacer.
Es la falta de una amiga, de una hermana.
Otoño es época de contrastes y
ofrece colores con tonos diferentes.
Cuando el sol brilla lo hace de un color más naranja,
y en un día claro, el azul del cielo es más transparente.
El verde del musgo en los bosques parece explotar
y los árboles reflejan colores de frecuencias más largas,
más lentas pero que viajan más lejos.
Pero también trae días grises y obscuros,
con nubes pesadas que no dejan pasar la luz.
Días donde el ambiente es húmedo y pesado,
en los que ni el aire se puede mover.
Y días de fuertes vientos que arrancan violentamente
las hojas de hasta los árboles más fuertes.
El otoño avanza y ahora a mitades de noviembre,
cuando me asomo a la ventana,
las hojas del árbol cubren el pasto, no sus ramas.
Él se ve vulnerable, desprotegido y solo.
El aire vuelve a soplar y él baila a su vaivén
pero manteniéndose firme.
La lluvia no cesa de caer, se desliza por sus ramas
y algunas gotas negándose a soltarlo,
se quedan suspendidas adornándolo.
!Sigue siendo hermoso!
El invierno vendrá y lo cubrirá de blanco,
la primavera le traerá nuevas hojas.
Él seguirá alzándose al cielo y echando raíces profundas.
Y yo seguiré admirándolo, contenta de que siga ahí,
haciéndome compañía.
Noviembre 18, 2020