Un nuevo 18 de noviembre.
Una nueva oportunidad para reflexionar sobre nuestra relación.
Aunque a veces me sienta más forzada que inspirada,
me alegra tener que sentarme y pensar solo en ti.
Vuelvo a retejer nuestros lazos que el tiempo va desgastando y te retengo viva.
Hoy me remonto a tus 16, no a 16 años atrás.
Regreso a tu adolescencia que en parte acortó mi niñez.
Te recuerdo en un crucero recibiendo un pastel con una luz de bengala en él.
Las chispas brincando al rededor,
las chispas de tus ojos llenos de futuro.
El brillo de mis ojos llenos de inocencia.
La seguridad de estar sentados los cuatro juntos.
Cerca el uno del otro,
Cerca en espacio, tiempo y en porvenir.
Hoy 18 de noviembre,
nos unes a los 4 de nuevo.
Sin chispas y sin sentarnos a la misma mesa,
pero con lazos fuertes que cruzan océanos y
llegan a las estrellas.
Que retan a la física
porque existen más allá de la materia y el espacio.
Porque seguimos siendo cuatro
y nos queremos todo lo más del infinito.
Noviembre 18, 2019