Las calles se han vuelto a cubrir de hojas.
Es un nuevo otoño, un nuevo año.
Un nuevo ciclo mas no en forma de círculo.
El otoño se repite, pero nunca es igual.
Tiene las mismas características,
pero los detalles son diferentes.
Trae consigo tu recuerdo, pero con diferentes caras.
Este año te ha llenado de juventud,
tal vez al mismo paso que yo la voy perdiendo.
Ahora te veo con ojos de mujer,
a ti, una muchacha de tan solo treinta y tantos años.
Tu sigues siendo tú, siempre joven.
Yo de ser la hermana pequeña que te veía
a una mujer que dejaba esta vida como una vida completa,
ahora me doy cuenta de qué tan equivocada estaba.
Ese era sólo el principio. Hay tanto más.
Si bien la vida no es una línea recta que
por extenderla en años se extienda en experiencias,
tu vida era una bella onda con muchos sucesos en poco tiempo,
que contagiaba su vibra al pasar.
Era y es un tono alegre y pegajoso
que se repite en la mente sin que uno se entere.
Tú, al saber que acabaría más pronto de lo pensado,
le escribiste un final para evitar un tono abrupto.
Aun así, tu melodía se siente interrumpida,
es una mera introducción,
es una canción que me gustaría poder terminar de escuchar.
Noviembre 18, 2018